Estoicimo

 La lógica, la ética y la física son la esencia del pensamiento estoico. Actualmente con la psicología y las neurociencias sabemos que los pensamientos modelan nuestro cerebro y conductas. Hace casi dos siglos, los estoicos afirmaban lo mismo, todo dependía de nuestra percepción del mundo. Al ser seres sociales, es necesario para nuestra supervivencia sentirnos pertenecidos de un grupo o clan. Aquí cinco consejos de los estoicos para la vida.

Ignorancia de la acción externa: Marco Aurelio decía que fijarte en que tiene tu vecino, te distrae de tu verdadera misión en el mundo. Debemos de dejar de invertir tiempo en la envidia. Hoy en día esto es difícil, ya que las redes sociales maximizan lo bueno en nuestras vidas, incluso podemos hacer una gran distorsión de quienes somo en realidad, inflando nuestra imagen en las redes sociales. 

Eliminar lo que no es necesario: A veces olvidamos lo corta de nuestra existencia. Desperdiciamos nuestra vida en cosas que no son necesarias o gratificantes. Solo tenemos una vida y cada segundo que pasa, es un segundo que no vuelve. Vivir una vida vana no tiene sentido. Hasta que llega la muerte de alguien querido, vemos que no valoramos aquellos momentos.  Es luchar contra el orgullo reconocer que no somos eternos. Debemos invertir en aquello que nos haga sentir bien, valorar a aquellos que están con nosotros  y estirar cada segundo aquellos momentos buenos.

Percibir la realidad: Los estoicos habían etiquetado las emociones como pasiones y las agruparon en tres, buenas, indiferentes y malas. El poder gestionar las emociones y saber que tenemos la posibilidad de entrenarlas es algo relativamente reciente, la inteligencia emocional esta en su momento de auge, aunque este pensamiento de pensar mas positivo y menos negativo recorre muchas filosofías. Debemos manejar nuestras emociones y no solo ser esclavos de ellas.

Dicotomía de control: Saber en que cosas se tiene el control, nos ayuda a saber a donde canalizar la atención. Ya lo escribían los estoicos con su lista de cosas que podemos cambiar y cosas que no tenemos el control. No tenemos el control de casi nada fuera de nosotros mismo, estamos inmersos en variables, fortunas e infortunios. No podemos cambiar la dirección del viento o las olas del mar. Sin embargo, podemos cambiar nuestra opinión, motivación o deseo.

Reinterpretación del fracaso: Es interesante como se junta el pensamiento de Friedrich Nietzsche y los estoicos en cuanto a la resistencia. El fracaso no es una catástrofe, sino la prueba que vamos avanzando. Encontrar una resistencia nos motiva a crecer, a salir de nuestra zona de confort y buscar el desarrollo de las habilidades. El fracaso no debe derrumbar nuestro ánimo, sino ser uno de nuestros maestros. Los obstáculos no son piedras en el camino. Es un proceso.



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